Gracias a la gestión de la Secretaría de Medio Ambiente de Villavicencio y de la comunidad se logró cerrar dos mineras, debido a las múltiples afectaciones ambientales en la microcuenca de Caño Grande, una de las principales fuentes hídricas que abastece a siete acueductos comunitarios.
«Durante muchos años estábamos pidiendo a las administraciones pasadas que vieran esta problemática ambiental de la comuna Ocho, y es en esta administración que tuvimos este logro tan importante», afirmó Yiviney Ávila, gestora comunitaria de Playa Rica.
De esta manera, los acueductos comunitarios después de años de arduas luchas pasaron de ser perseguidos a ser apoyados en el fortalecimiento de sus acueductos en la Administración que cambió la ciudad.
«Ofrecemos un servicio a la comunidad, defendemos un legado que dejaron nuestros antepasados, de proteger y cuidar nuestro acueducto comunitario que es de la gente, donde se ven beneficiadas 3.600 familias. Villavicencio cambió porque pasamos de ser perseguidos, a ser apoyados», expresó la líder de Playa Rica. Por eso, en el marco de la estrategia «Reconocimiento a los gestores comunitarios del agua» cada 14 de septiembre se conmemora la lucha incansable de las comunidades por la defensa y protección de la gestión comunitaria del agua que lleva más de 40 años.