Desde los extensos paisajes de la Orinoquía colombiana, el soldado profesional Óscar Iván Galvis Suárez ha dedicado cerca de dos décadas al servicio de la patria como integrante del Batallón de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo N.° 4.
Su historia, forjada entre patrullajes en zonas complejas y enfrentamientos contra grupos armados ilegales, es también un testimonio de transformación, resiliencia y esperanza.
Nacido en el seno de una familia de cuatro hermanos, Óscar Iván siempre soñó con portar el uniforme del Ejército Nacional. Hoy, ese sueño es una realidad que ha dejado huella en cada rincón del Meta, Guaviare y Vaupés, donde ha llevado alegría y mensajes de reconciliación a través del arte y el compromiso social.
Más allá del cumplimiento de su misión constitucional, este soldado se ha destacado como artista en el Circo Colombia N.° 4, una iniciativa del Ejército que recorre los territorios más apartados, llevando sonrisas, pedagogía y valores a familias vulnerables. Su energía, carisma y entrega han convertido cada función en un puente de afecto y confianza entre la institución y las comunidades.
«Gracias al Ejército Nacional, he podido cumplir muchos sueños. A pesar de que ya casi cumplo mis 20 años de servicio, quisiera no irme. Da nostalgia», expresa con emoción el soldado Galvis, quien se prepara para culminar su carrera militar.
Su historia representa lo mejor del Ejército Nacional: hombres y mujeres que, además de defender la soberanía, construyen país desde la cultura, el servicio social y el amor por la gente.
El Circo Colombia N.° 4 no solo entretiene, transforma realidades. Y soldados como Óscar Iván Galvis Suárez son prueba de que el uniforme también se viste con arte, vocación y humanidad.
