
El pronunciamiento se da en respuesta a los recientes hechos de
amenazas a líderes sociales de este municipio antioqueño, presionándolos
para que no asistan a la audiencia pública organizada por la ANT con
campesinos de la zona.
. El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Agencia
Nacional de Tierras rechazan las intimidaciones de grupos armados ilegales que
buscan impedir la participación de las comunidades campesinas en la audiencia
pública programada en el municipio de Tarazá, Antioquía, donde se debatirán
temas indispensables para la creación de la Zona de Reserva Campesina (ZRC).
Las amenazas atentan contra la paz y los derechos de las personas que desean
participar del evento público en el que se aprobará el Plan de Desarrollo
Sostenible de la Zona de Reserva Campesina, fundamental para el futuro de las
familias campesinas de ese municipio. Ante esta situación, el Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural y la Agencia Nacional de Tierras hacen un llamado
urgente a las autoridades nacionales y locales para que garanticen las
condiciones necesarias de seguridad que permitan que este evento se desarrolle
en un ambiente de paz y respeto.
La Zona de Reserva Campesina de Tarazá se convertirá en la número 18 en el
país, y es la undécima constituida por la Agencia Nacional de Tierras en el
gobierno del presidente Gustavo Petro. Esta ZRC tiene un área de 42.973
hectáreas + 1.778 m2, y establece en su Plan de Desarrollo Sostenible (PDS) la
priorización del territorio en cuanto a las necesidades y problemáticas de la
comunidad campesina, para la atención institucional enfocada a la permanencia
de la economía y cultura campesina, seguridad y soberanía alimentaria.
El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Agencia Nacional de Tierras
reiteran su apoyo al campesinado colombiano y manifiestan su respaldo a la
lucha por el acceso a la tierra, en especial en territorios donde persiste la
violencia. Es fundamental que todos los actores respeten el derecho de las
comunidades a participar en estos espacios de diálogo, que son esenciales para
avanzar hacia una Revolución por la Vida.