
- El departamento del Meta cuenta con 2,4 millones de hectáreas aptas para el maíz tecnificado, es decir el 28 % de su frontera agrícola.
- Colombia produce mayoritariamente maíz como grano seco de tipo flint (duro), siendo el 68 % amarillo y el 32 % blanco.
- Los sistemas tecnificados, con el 55 % del área, aportan el 79 % de la producción, mientras que los sistemas tradicionales, con el 45 % del área, aportan el 21 % de la producción
El espacio de socialización Colombia Sabe a Maíz, que ha recorrido las principales regiones maiceras del
país, llegará a Villavicencio para presentar los lineamientos resultantes de la formulación del Plan Maestro de Reconversión Productiva Agropecuaria de esta cadena para la región de la Orinoquía, instrumento que define a largo plazo las acciones para potencializar la actividad de acuerdo con las necesidades de cada territorio y para orientar la oferta institucional del sector.
El evento, que contará con la presencia de actores de la cadena como productores, gremios
y entes territoriales, se llevará a cabo el jueves 30 de noviembre, de 8:00 a. m. a 12 p.
m., en las instalaciones del Hotel del Llano.
Alexander Rodríguez, director de Uso Eficiente del Suelo y Adecuación de Tierras de la
UPRA, indicó que para impulsar la Reforma Rural «la UPRA le está apostando a fortalecer
aquellos productos como el maíz, que hacen parte tanto de la economía campesina, familiar
y comunitaria, así como también del renglón agroindustrial para la producción de alimentos
balanceados. Nuestra prioridad es crear instrumentos que orienten la producción de
alimentos para todos los colombianos».
Además, resaltó que «tener una herramienta que se adecue a las necesidades de la región
permite articular las acciones propuestas para lograr una mayor competitividad de cara a
sustituir importaciones. A la fecha, la UPRA ya cuenta con avances del plan maestro de
reconversión productiva agropecuaria para las seis regiones maiceras: Caribe seco, Caribe
húmedo, Costa Pacífica, Región Andina, Amazonía y Orinoquía».
Por su parte, Fidel Londoño Stipanovic, líder de los procesos de reconversión productiva
en la UPRA, comentó: «Son estrategias que buscan territorializar las iniciativas propuestas
en los planes de ordenamiento productivo de las cadenas a nivel nacional. Estos planes
son un trabajo participativo construido con todos los quieren mejorar su negocio, respetando
los saberes, tradiciones y experiencias exitosas, incorporándole nuevos conocimientos,
aplicados de forma gradual, hasta construir nuevas técnicas y caminos sobre los ya
construidos. Es decir, hacer lo mismo, pero de mejor forma».
Es de resaltar que un primer paso de este proceso fue definir la zonificación de aptitud para
este producto, tanto para la producción tecnificada como para el maíz tradicional, los cuales
se pueden consultar en el Sistema de Información para la Planificación Rural Agropecuaria
Previo al plan maestro y con la ayuda de entidades gubernamentales, gremios y
productores, se adelantó de manera articulada la formulación del Plan de Ordenamiento
Productivo de la Cadena del Maíz, publicado en la página web https://upra.gov.co/esco/
Paginas/pop-maiz.aspx; documento que define las acciones estratégicas a nivel
nacional para lograr que Colombia mantenga una cadena maicera competitiva y sostenible
teniendo en cuenta sus desafíos económicos, sociales y ambientales.
Meta, líder en la producción de maíz tecnificado
Según datos proporcionados por Fenalce, el departamento del Meta ha emergido como
líder en la producción de maíz a nivel nacional. En el año 2022, la producción total de maíz
en Colombia alcanzó 1,9 millones de toneladas, y el Meta contribuyó significativamente con
511.000 toneladas.
En particular, para el maíz amarillo tecnificado, el Meta sobresale con una producción de
398.000 toneladas, el 33,2 % de la producción nacional de este tipo, que para ese año a
nivel nacional ascendió a 1,2 millones de toneladas.
Es así como la región del piedemonte, conocida por sus prácticas de producción a pequeña
y mediana escala, destina gran parte de su producción al consumo humano. Una parte
significativa fluye hacia las plantas de producción de alimentos balanceados, ubicadas en
Villavicencio y Bogotá. Este flujo estratégico no solo fortalece la industria local, sino que
también contribuye al abastecimiento de la creciente demanda en centros urbanos.
Esperamos que este instrumento sea la base para dinamizar la producción de maíz en la
región, facilitando su implementación por medio de la inclusión de sus acciones en planes
de desarrollo municipales y departamentales y en planes departamentales de extensión
agropecuaria.