El programa de Alimentación y Nutrición (Casabe), del Gobierno Departamental, llega con alimentación de calidad a 20.910 beneficiarios durante el 2023, de lunes a sábado, gracias a los 95 puntos ubicados en los 29 municipios del territorio, iniciativa que inició el pasado 17 de abril y que fortalece la lucha contra la desnutrición en el Meta.
“Ya son dos millones de raciones entregadas a las más de 20.000 personas que no solo están recibiendo un buen alimento, preparado con todas las condiciones e higiene sino, además, son atendidos con amor y respeto. Diariamente los beneficiarios no solo gozan de un plato de comida sino también disfrutan de diferentes espacios de capacitación y aprendizaje para el crecimiento de cada uno y sus familiares”, dijo Natalia Acosta, gerente del Plan de Alimentación y Nutrición Casabe.
La funcionaria, además, enfatizó en que todo esto es posible gracias a la correcta, responsable y transparente inversión de los recursos de regalías, lo que permite que hoy se haya llegado a los dos millones de raciones de almuerzo servido en caliente, con todas las normas de calidad y sanidad. De esta manera se refuerza el compromiso que se ha mantenido durante la ejecución del programa, que además garantiza la seguridad alimentaria en el departamento del Meta.
“La comida es muy buena, es una bendición de Dios, porque uno no la tiene por la economía, entonces, eso es una ayuda más para nosotros, la gente que más necesita. Gracias por esos dos millones de raciones para la gente humilde de la Comuna 2 y la de todo el departamento”, dijo Aura Rosa, beneficiaria del programa Casabe en Villavicencio.
El programa cuenta con una inversión de 65.000 millones de pesos, que garantiza, además, la generación de empleo para más de 562 personas entre operadores de alimentos, interventoría, psicólogos y software durante los diez meses de ejecución.
Por su transparencia, Casabe siempre ha estado acompañado por cifras positivas: en los cuatro años de ejecución, desde el 2020 a la fecha, más de 80.000 personas en condición de vulnerabilidad, en todo el departamento, han gozado de una alimentación saludable que aporta todos los nutrientes y recibiendo adicionalmente atención psicosocial.