A cuatro kilómetros del casco urbano de Villavicencio, en el corregimiento Seis, está ubicada la finca El Edén, donde Luz Mary Mican da una lección de decisión, perseverancia e ímpetu que caracteriza a las mujeres llaneras.
Ella es una productora rural que comercializa los frutos del campo en un stand de la Galería 7 de Agosto. Desde sus primeros años, ha estado rodeada de las actividades y el trabajado diario que realizan los campesinos para proveer de alimentos a la ciudad y la región. Heredó de su padre y su madre el don de labrar la tierra y de mantener en perfecto equilibrio su hogar.
Su jornada inicia a las 5:00 de la mañana con las labores del hogar, una vez terminadas, continúa con el trabajo de campo: darle de comer a cerdos, pollos, gallinas y patos.
Esas son solo una parte de las actividades que realiza diariamente. En El Edén, hay de todo un poquito, como lo menciona Luz Mary, frutas de gran variedad que saca al mercado y cuyo objetivo es proveer de alimentos orgánicos a la ciudad y a sus clientes fijos, lo que significa que sus cultivos no tienen ningún tipo de químico y aunque es una técnica complicada, es la más limpia, natural y segura para el ser humano que consume dichos alimentos.
«Cuando usted ve los frutos del trabajo y ve que nosotros con los productos que distribuimos, contribuimos a que la gente tenga una mejor salud. Que la gente le diga a uno que “que rico” y que es un alimento diferente, eso lo engrandece a uno como productor y ese esfuerzo vale la pena»,, indicó Luz Mary.
Sin duda alguna, historias como las de Luz Mary, demuestran que la recuperación de la Galería 7 de Agosto como espacio y casa de los campesinos de Villavicencio, y la lucha que se ha librado para la eliminación de ‘elefantes blancos’ en la ciudad ha valido la pena.
