‘‘El arte, ser artista, querer vivir de ello es toda una aventura aquí en Colombia, requiere de mucha pasión, mucha convicción, mucho perrenque y echar para adelante’’, comentó Carlos Baldovino.
El amor trasciende todas las barreras, al menos así lo sintió Carlos en su juventud, cuando abandonó la carrera de ingeniería ambiental por seguir su pasión de ser artista circense.
A pesar de los comentarios y el rechazo que esa decisión generó al principio, en su círculo cercano, sus sueños lo llevaron a recorrer el país, estudiar en Ecuador y Perú, para luego volver a Colombia con la intención de mostrando sus avances en sus habilidades haciendo malabares y equilibrismo.
De su parte, el artista de teatro Óscar Moreno expresa la importancia de que ‘‘por medio del arte se pueda hacer que la gente se distraiga y pueda salir de situaciones que tenga en la vida complicadas o difíciles, para meter otras ideas en la cabeza, ya que el teatro te transporta a otros países, a otros mundos y a otros escenarios que tal vez ni siquiera conozcas y esta es una forma, una herramienta para conocerlos’’.
Él es un apasionado por el teatro, lleva un poco más de media vida dedicándose a explorar diferentes puestas en escena y cómo estás pueden transformar la cotidianidad de las personas, irrumpir en la normalidad para dejarse sorprender en el plano de la imaginación.
Desde la universidad se cautivó por el arte hasta tal punto de enseñar a otros las maravillas del teatro, fue creador, supervisor, entrenador y gerente de la primera casa embrujada en Bogotá y ha generado diferentes espacios para presentaciones con una firma española, entre otras actividades.
Óscar Moreno y Carlos Baldovino hacen parte de la temporada de teatro y circo programada todos los martes de septiembre en el auditorio de la Biblioteca Germán Arciniegas, donde se presentarán distintas obras que además de la apuesta artística comparten un mensaje de reflexión a todos los asistentes.