La Federación Colombiana de Periodistas y su filial la Asociación de Periodistas y Comunicadores Sociales del Meta, rechazan los 15 casos de afectaciones que han logrado documentar, ocurridos a un total de 18 personas que en cubrimiento de las protestas sociales, han recibido intimidaciones, amenazas, agresiones físicas y verbales, seguimientos, obstrucción al trabajo periodístico, campañas de desprestigio, estigmatización y ciberacoso.
En esta zona del país llama la atención que solo 1 de los casos sería ocasionado por un integrante de la fuerza pública, y que principalmente las vulneraciones provengan de los manifestantes que desde finales de abril se unieron al paro nacional en el departamento del Meta. Además, que tres mujeres periodistas también resultaran afectadas en estos hechos, impidiéndoseles hacer registros de la información y recriminándoles que estuvieran en lugares donde las personas estaban “con los ánimos encendidos”.
La mayoría de los casos registrados, están relacionados con campañas de estigmatización e intimidaciones. Según lo relatos, porque los equipos periodísticos trabajan para medios nacionales, o porque se les recrimina una supuesta transmisión de información tergiversada sobre las protestas. A varios comunicadores se les ha conminado a abandonar los lugares y se les ha advertido de posibles linchamientos.
Uno de los casos, es el ocurrido a un periodista que fue cercado por varios manifestantes encapuchados en Llano Lindo, y con amenazas y agresiones lo hicieron salir de la zona. Otro recibió mensajes directos donde le anunciaban agresiones físicas si volvía a las marchas.
También un comunicador que se encontraba en el subnivel del Maizaro, fue amenazado por filmar un mural con mensajes en contra del gobierno. Además, cuando un periodista se dirigió a inmediaciones del Colegio INEM, tuvo que salir del lugar tras una campaña de desprestigio en donde lo acusaban de “vendido y mentiroso”.
La Fecolper y la Asopemet expresan su preocupación por el clima de hostilidad hacía los comunicadores, especialmente sobre quienes intentan ir a los lugares de la noticia para buscar otras fuentes y no solo tener la versión oficial. Sin embargo, también alertan sobre los ataques digitales de los que han sido víctimas otros periodistas. Desde la perspectiva de las organizaciones que monitorean la libertad de prensa, con estos hechos no solo se afecta la labor periodística, también el derecho de los ciudadanos a la comunicación.
Aunque tras las primeras agresiones un grupo de periodistas se reunió con el personero Municipal, la secretaria de Gobierno de Villavicencio, el alto consejero para la Seguridad y la secretaria de Prensa, con el propósito de encontrar salidas y se acordó iniciar una campaña pidiendo respeto para el trabajo de la prensa, la Fecolper y la Asopemet consideran fundamental que tanto el mandatario departamental como el alcalde de Villavicencio se manifiesten directa y públicamente rechazando cualquier hecho de afectación a la libertad de prensa, así mismo solicitan a los líderes de las protestas aperturar escenarios de diálogo y entendimiento con el fin de evitar nuevos hechos de victimización.
La Federación Colombiana de Periodistas, se solidariza con los colegas afectados, pero también llama a la responsabilidad social, a aplicar el rigor periodístico y a atender las medidas de autoprotección que resultan especialmente necesarias en contextos sociales y de violencia por los que actualmente atraviesa el país.